Descripción
Uno de los grandes clásicos imprescindibles de Stephen King, gran maestro de la literatura de terror. Durante toda su vida Cujo fue un buen perro, un San Bernardo grandote, pacífico, juguetón y amante de los niños. Realmente se trataba de un perro bueno y feliz. Feliz hasta que le sucedió algo, y el cerebro de perro de Cujo se cubrió de una de esas oscuridades que se alimentan de sangre.