Descripción
Pues siendo yo niño de ocho años achacaron a mi padre ciertas sangrías mal hechas en los costales de los que allí a moler venían, por lo cuál fue preso, y confesó y no negó, y padeció persecución por justicia. Espero en Dios que está en la Gloria, pues el Evangélio los llama Bienaventurados. en este tiempo se hizo cierta armada contra moros, entre los cuáles fue mi padre(que a la sazón estaba desterrado por el desastre ya dicho), con cargo de acemilero de un caballero que allá fue. Y con su señor como leal criado, feneció su vida..