Descripción
A ti, que no existes. A ti voy a entregarte mis ganas abiertas de verte, lo mismo que hace el tiempo con el vino. Maratones de besos furtivos, tejerme entre tus piernas. A ti, que no eres princesa, voy a pintarte leones en las sábanas, gacelas en las paredes. Voy a vestirme de humano para que me veas por dentro, mis alas vibrando despacio como un Pegaso recién nacido. Voy a llamarte invierno cuando seas invierno.