Descripción
Cerca de una década después, tras una guerra catastrófica que destruyó gran parte de la civilización, la humanidad prometió renunciar a todo lo que había conspirado para su destrucción. De las cenizas surgió un nuevo mundo del que fueron eliminadas las tecnologías avanzadas y las emociones apasionadas que llevaron a su ruina. Un mundo sin odio, sin malicia, sin aflicción, sin ira.
En general, la única emoción que genéticamente se permitió sobrevivir fue el temor. Durante 480 años, reinó la paz perfecta.