Descripción
La experiencia me ha enseñado que ese amor intoxicante que nos inyecta vida y energía, que nos hace sentir mariposas en el estómago por la emoción, puede llegar a convertirse en un amor tóxico que nos enferma. Poco a poco, sin darnos cuenta, el silencio, el orgullo, el trato áspero, el egoísmo y los pequeños detalles de la rutina envenenan nuestra relación.