Descripción
Mientras Mamá Osa acomoda a Osita en la cama, con mucho cariño y paciencia le comunica el mensaje que todo padre amoroso desea que sus hijos escuchen: “Eres un regalo de Dios”.
Este relato nos ofrece una valiosa oportunidad para fortalecer el amor propio de nuestros niños y afianzar en ellos la certidumbre de que verdaderamente son un regalo precioso que proviene de Dios.