Descripción
Su familia se muda constantemente, de modo que Roy ya está acostumbrado a ser el chico nuevo donde quiera que va. Los bullies de Florida no son muy distintos a los bullies de otras partes. Pero, contra todo pronóstico, Roy termina estando en deuda con el corpulento Dana Matherson. Si Dana no hubiera estado hundiendo sus pulgares en las sienes de Roy, y aplastando su cara contra la ventana del autobús escolar, Roy nunca habría visto a aquel chico corriendo por la calle. Y esa fue la primera cosa interesante que Roy vio en Florida.