Descripción
Mientras el león respete las normas (no hay ninguna que impida la entrada de un león en la biblioteca) puede oler los libros, ayudar a limpiarlos y, lo que más le gusta, asistir a la hora del cuento. Al Sr. Mosquera le molesta esta peluda presencia, que no afecta a su jefa, la directora, siempre que el animal guarde un estricto cumplimiento de las reglas. Hasta que un día, ante un acontecimiento inesperado, el león se salta las normas.