Descripción
Nuestra mente se mueve a menudo por carriles muy estrechos, o bien avanza por senderos extraordinariamente trillados. Nada nos gusta más que persistir en los patrones de pensamiento ya conocidos y resolver problemas con soluciones que han dado fruto en el pasado. La sensación de anquilosamiento es cada vez más evidente, acompañada de la incapacidad de escapar a la rutina diaria y de encontrar respuesta a cuestiones acuciantes; en resumen, nos falta la chispa de la inspiración.