Descripción
Tome una masa familiar, trabajada a mano y añada los siguientes ingredientes en abundancia, sin escatimar: amor, humor, secretos, traiciones, disparates, pequeños dramas y grandes alegrías Debe cocerse a fuego vivo, riendo, cantando y dando voces. Imprescindible el acento napolitano.
Querido comensal es decir, querido lector: aquí te sirvo los avatares de una humilde familia napolitana trasplantada a América a comienzos de los años cincuenta.